• 1 manzana
• 2 huevos
• 125 ml. de leche
• 100 gr. de harina
• 60 gr. de mantequilla
• 1 pizca de sal
• 1 chorrito de anís ( opcional)
• 2 cucharadas de azúcar
• 1 limón
• 1 cucharadita de levadura
• Aceite para freír
• Azúcar para rebozar
• Azúcar glas

1. Para preparar los buñuelos de manzana rallada, lo primero pon en un cazo la leche, la mantequilla, el azúcar, una pizca de sal y el chorrito de anís, pon todo a calentar a fuego medio.
2. Mezcla la harina con la levadura, cuando, cuando esté caliente lo del cazo, añade la harina de golpe, remueve hasta que quede una masa que se despega de la cazuela.
3. Añade los huevos, primero uno, mézclalo bien y luego el otro, si te queda una masa aún muy espesa puedes añadir otro huevo.                                                                                 
   
   
                                                          
   
   
   
   
   
   
   
   
   
4. Pela la manzana, córtala por la mitad, quita la parte central y rállala, rocía un poco de limón por encima. Introduce la manzana en la masa y mezcla. Puedes añadir más cantidad de manzana.                                
   
   
   
   
   
   
5. Una vez tienes la masa de los buñuelos, puedes hacerlos en el horno, pon una bandeja de horno con una hoja de papel, pon cucharadas de masa y hornea a 180ºC con calor arriba y abajo, cuando estén dorados, sácalos y espolvoréalos con azúcar glas.                
   
   
   
6. Si los hacemos fritos, pon una sartén con abundante aceite, cuando esté caliente pero no muy fuerte, ves añadiendo cucharadas de masa, deja que se doren poco a poco por todos los lados. 
7. Ves poniendo los buñuelos en un plato con una hoja de papel para que absorba el aceite que sobra. Pon en un bol azúcar para rebozarlos.                                                                                    
   
   
   
   
   
   
8. Pasa los buñuelos de manzana rallada recién fritos  por el azúcar y pásalos a una fuente de servir. Puedes añadir un poco de canela en el azúcar.
9. Y ya estarán listos para servir!!!

Los pestiños se rebozan en azúcar y canela, también los puedes bañar en un almíbar de miel. Puedes hacer cantidad, es una masa que aguanta varios días guardados en una lata si es que os duran mucho, porque enganchan, están muy buenos.

Ahora encontramos estos dulces en cualquier tienda ya hechos y no están mal, pero vale la pena hacerlos en casa, el resultado es genial y en casa les encantará.                                               

• 500 gr de harina
• 150 ml. de aceite de oliva suave
• 180 ml. de vino blanco
• 1 cucharada de anís en grano
• 1 cucharada de ajonjolí (sésamo )
• 1 limón
• Sal
• 200 gr. azúcar para rebozar
• Canela en polvo

1. Para hacer los pestiños cordobeses lo primero pon en una sartén el aceite de oliva, unas tiras de cáscara de limón, la cuchara de anís en grano y el ajonjolí. Deja a fuego medio se cocine, cunado veas que el limón empieza a cocinarse por los bordes. Apaga el fuego, deja que repose y que se enfríe el aceite.
2. Pon en un bol la harina, una pizca de sal y la ralladura de un limón. Cuando esté el aceite frío saca la cáscara de limón, añade el aceite con las semillas al bol de la harina y el vino blanco, amasa bien todo hasta que quede bien mezclado y se pueda trabajar con las manos.                                                                                                                           
   
        
   
      
   
   
   
3. Haz bolas como de una nuez con la masa. Unta un poco de aceite en la encimera, con un rodillo estira una bola de masa hasta que quede bien finita, al freírlos crecen.
4. Una vez estirada la masa une los extremos, para que quede hueco pon tu dedo entre la masa, presiona bien los extremos de la masa para que al freírlos no se abran.
5. Pon una sartén con abundante aceite de oliva suave o girasol a calentar a fuego medio, cuando el aceite esté caliente ves añadiendo los pestiños por tandas, deja se doren por todos los lados.                                                                                                                            
   
          
   
   
   
6. En un plato pon una hoja de papel de cocina, pon los pestiños que vas sacando de la sartén, para que suelten el exceso de aceite . En otro plato pon el azúcar y la canela a tu gusto reboza los pestiños y ves pásalos a una fuente de servir o en una lata para guardar.                                                                                                                                        
   
                    
7. Y ya estarán listos para comer, pestiños cordobeses!!!
8. Que disfrutéis de la Semana Santa.           

La torrija tradicional es la que se prepara con leche emulsionada con canela y limón, luego la pasamos por huevo y la freímos. Pero como pasa con todo la torrija también se ha reinventado, podemos hacerlas con otros sabores como chocolate, con naranja, con crema o con natillas como estas que hoy te propongo que pruebes.

 Si te apetece sorprender con unas torrijas diferentes, estas torrijas con natillas seguro que gustarán, son sencillas de preparar y quedan muy cremosas.

Notas:

Para que queden bien estas torrijas con natillas, has de hacer unas natillas un poco más ligeras, para que se empape bien el pan y así queden jugosas, si os quedan muy espesas el pan no quedará muy empapado y no quedarán bien.

Puedes utilizar el pan que te guste, pan de molde un poco más grueso, especial para torrijas, pan de barra, briox...

Deja el pan un buen rato dentro de las natillas para que queden bien empapadas.

Puedes aromatizar las natillas con vainilla, ralladura de limón, naranja, canela…

Puedes utilizar leche sin lactosa o bebida vegetal.

Puedes hacer las natillas de sobre o hacerlas caseras.

Utiliza aceite de girasol para freír o aceite de oliva muy suave, si no la torrija te cogerá el sabor del aceite y ya no queda tan buena.

• Pan para torrijas del día anterior 
• 1 litro de leche
• 100 gr. de azúcar
• Aceite para freír suave
• 1 sobre para hacer natillas
• 2 huevos
• 1 limón
• 1 palo de canela
• Azúcar y canela para rebozar

1. Para hacer las torrijas de natillas, pon la leche a calentar dejando medio vaso de leche a parte. Pon una rama de canela , el azúcar y la piel de limón. Déjalo a fuego medio no muy fuerte y que se vaya calentando poco a poco hasta que empiece a hervir, ves removiendo. Apaga y reserva. Déjalo unos 15-20 minutos para que coja la leche el sabor de la canela y el limón.                                                                                           
2. Pon otra vez el cazo al fuego, quita el palo y la cáscara de limón, mientras se calienta coge el vaso de leche que tenemos reservado, echa el sobre de hacer natillas y mézclalo bien hasta que quede disuelto. Cuando empiece a hervir la leche del cazo incorpora el vaso de leche y a fuego medio ves removiendo sin parar hasta que empiece a espesar. Ha de quedar unas natillas un poco ligeras, si hace falta añade un poco más de leche.                                                                                                                    
   
      
   
   
   
3. Pasa las natillas a una fuente, cuando estén templadas las natillas pon las rodajas de pan, déjalas 15 minutos o hasta que se empape bien las rodajas de pan.
4. Bate los huevos en otro bol.
5. Pon una sartén con abundante aceite para freír.
6. Cuando esté caliente el aceite, pasa las torrijas con mucho cuidado ( tendrás que cogerlas con las manos ) por huevo y ala sartén, déjalas se doren por los dos lados. Ten cuidado no se quemen.                                                                                                             
   
        
   
   
   
7. Sácalas y ves poniéndolas en un plato donde habrás puesto papel de cocina, es para que suelten el aceite.
8. En un plato pon azúcar y canela, mézclalo y reboza por esta mezcla las torrijas. Pásalas a una fuente.                                                                                                                    
   
   
   
9. Puedes servir las torrijas de natillas frías o templadas.
10. A disfrutar!!!