Berenjenas al horno
Berenjenas al horno
Vamos con una receta sencilla y saludable, unas berenjenas al horno, crujientes y sin nada de grasa. Estas berenjenas quedan muy buenas, si que no quedan como las fritas que son una delicia y a mi me encantan pero como me gustan mucho las berenjenas pruebo hacerlas de muchas maneras como estas que hoy os traigo.
Se pueden hacer para un aperitivo o para acompañar cualquier plato.
Son muy sencillas y rápidas de hacer, si os gustan que os queden crujientes tenéis que dejarlas que se hagan bien y queden bien doradas, comerlas recién salidas del horno que es cuando están más crujientes, pero si se enfrían también quedan buenas.
Yo solo las he rebozado con pan rallado, pero al pan se le puede añadir un poco de ajo y perejil, también se puede poner un poco de queso rallado por encima de las berenjenas cuando las pongáis en la fuente de horno.
Yo no pongo aceite, pero se puede poner un poco por encima. Y si queréis hacer algo más especial hay quién las rocía cuando salen del horno con miel, dicen que están muy buenas. Habrá que probar!!!
Ingredientes:
- 1-2 berenjenas
- 1 vaso de leche
- Pan rallado
- Sal
Preparación:
Precalentamos el horno a 200 ºC.
Lavamos las berenjenas y las cortamos en rodajas no muy gruesas, cuantos más finas más crujientes quedan.
En un bol ponemos el vaso de leche y añadimos las berenjenas, si no quedan cubiertas con la leche, se le puede añadir un poco de agua y mezclar con la leche. Las dejamos unos 30 minutos, las vais moviendo para que todas las rodajas se vayan remojando.
Sacamos las berenjenas y las vamos pasando por el pan rallado, las vamos poniendo en una bandeja para horno donde habremos puesto una hoja de papel vegetal. Las colocamos una al lado de la otra, que no queden montadas. Echar un poco de sal y si queréis en este momento añadir un chorro de aceite.
Introducimos la bandeja con las berenjenas al horno y dejamos que se cocinen y se doren, unos 15-20 minutos o hasta que estén listas, puede variar según el horno y el grosor de las berenjenas.
Cuando veamos que están doradas apagamos el horno. Y servimos!!!
Montse