Después de estos días de fiesta, volvemos a la rutina y para empezar con calma esta semana traigo un plato rápido y sencillo, unas costillas de cerdo. Es una carne jugosa y acompañadas de unas patatas fritas hacemos un plato completo, está muy bueno, la salsita está para mojar pan, lo acompañamos de una ensalada y listo, sin complicarnos. Esta receta me la pasó mi suegra y la verdad es que nos gusta mucho.

Espero que a vosotros también.

En una sartén pondremos 4 cucharadas de aceite y cuando esté caliente pondremos las costillas a dorar a fuego fuerte.

La rehogaremos unos minutos y seguido echaremos el tomate frito y removemos todo bien , lo pondremos a fuego no muy alto.

Pasados unos minutos echaremos el vino y lo dejaremos otro par de minutos, para que se evapore el alcohol.

Pasado este tiempo echaremos medio vaso de agua y lo dejaremos cocer 15 minutos, echaremos un poco de sal si hiciera falta.

Cuando estén echas las echaremos junto con las costillas y daremos unas vueltas para que cojan el gustito de la salsa y ya estarán listas.

Como veis es un plato muy sencillo y económico, las costillas suelen gustar porque son muy gustosas y con esta salsita quedan muy buenas, pero las patatas están riquísimas así.

Aunque en estos días comeremos torrijas, buñuelos y muchos dulces de esta época yo os traigo un dulce muy sencillo de preparar  en cualquier momento, solo necesitáis hojaldre y Nutella o chocolate de fundir.

Como en alguna ocasión os he comentado siempre tengo hojaldre en mi nevera, tanto para dulce como para salado, va genial.

Así que aquí os dejo esta receta de hojaldre con chocolate que se prepara enseguida y os va a gustar.

En el centro de cada tozo pondremos una cantidad de Nutella, si está muy dura ponerla unos segundos en el micro y así será más fácil de manejarla..

Pintamos con el huevo, pondremos almendra fileteada en algunos y lo introduciremos al horno a 180º unos 20 minutos.

Mientras en un bol pequeño, pondremos 2 cucharadas de mermelada de melocotón y 2 cucharadas de agua  lo metéis unos 30 segundos al micro , removemos.

Cuando estén los hojaldres los sacaremos del horno. Y espolvorearemos con azúcar glas las cañas que llevan las almendras, las otras las pintaremos con el almíbar y cubriremos con los fideos de chocolate.

Ya tenemos muy cerquita la Semana Santa y no puede faltar el rico bacalao, no en todas pero en la mayoría de hogares se prepara bacalao. En mi casa no falta estos días, pero nos gusta mucho y lo consumimos durante todo el año. Lo podemos elaborar de muchas maneras, pero con tomate es como más se consume, creo yo. Yo lo preparo como lo hace mi madre, me encanta , queda muy bueno y de un día para otro aún está más bueno.

Las cantidades que os pongo son orientativas, podéis poner más cebolla, o más pimiento o menos, depende de lo que más os guste. El bacalao lo podéis comprar ya desalado, al punto de sal o remojarlo vosotr@s , si es así lo tenéis que poner en agua bien cubierto en la nevera de 2 a 3 días y luego lo cambiaremos un par de veces en el mismo día, y ya estará listo, para saber si está salado, cortar un trocito pequeño y ponerlo en la sartén un minuto, lo probáis si os gusta el punto de sal que tiene ya estará listo.

Ponemos una sartén a calentar con bastante aceite, pasaremos el bacalao por harina y freiremos. Lo sacaremos y reservamos.

Colaremos el aceite de haber frito el bacalao, en una sartén echaremos 6 o 7 cucharadas de aceite y pondremos a pochar la cebolla y los pimientos que habremos cortado.

Lo dejaremos todo junto unos minutos para que se integren todos los sabores, moveremos la cazuela pero sin tocar el bacalao, para que no se pegue y se cubra de toda la salsa, y en unos 5 minutos ya estará listo.

Esta semana he preparado los buñuelos de viento, típicos de estas fechas de cuaresma. Pero os traigo dos versiones, hechos al horno o fritos. La verdad que al horno nunca los había hecho, pero una amiga me comentó que los hizo al horno y que no quedaron mal, los buñuelos están muy buenos pero al ser fritos son muy calóricos ya que absorbe mucho aceite y no todo el mundo puede comerlos, así que los he probado y no están  mal, por lo menos se quita uno el gusto de comerlos, aunque no queda igual. Al no freírlos el azúcar no se pega y quedan un poco sosos como dicen en mi casa, así que con una brocha de cocina les di con un poco de anís y los espolvoreé con azúcar glas, quedan más buenos y con más sabor.

Yo hice unos poquitos de cada manera.

Que los disfrutéis.

Pondremos a calentar la leche, mantequilla, una pizca de sal, el anís en grano y un chorrito de licor de anís, lo dejaremos hasta que empiece a hervir y quede todo bien mezclado.

Entonces echaremos de golpe la harina y mezclamos todo bien, hasta que se vaya separando de las paredes del cazo.

Apagamos el fuego y ya fuera iremos echando los huevos, uno en uno y mezclandolo bien antes de echar el siguiente, así hasta echar los tres.

Encenderemos el horno a 180º para que se vaya calentando.

Pondremos en una placa papel de horno y pondremos porciones de la masa, lo introduciremos en el horno hasta que estén hechos.

Mientras se hacían, el resto los hice fritos.

En una sartén con bastante aceite caliente, echaremos con una cuchara porciones de la masa.

Con un pincel de cocina los mojamos con un poco de anís y espolvoreamos con azúcar, si no tenéis problemas pondremos azúcar normal, pero si no podéis tomar azúcar echar un poco de azúcar glas.

Como veis, hoy traigo un plato muy sencillo, fácil y muy rico. Me encantan las alcachofas, pero en tortilla nunca la había probado, hasta ahora, que me a gustado muchísimo. Mi compañera me dijo que le salía muy buena y que me gustaría, así que la hice como ella me explico y nos gusto mucho, así que ahora  que están buenas las alcachofas hay que aprovechar la época. Un plato tan sencillo y no se me había ocurrido probar, se que muchas hacéis esta tortilla, pero para quién no la haya probado, no sabe lo que se pierde...

Limpiaremos las alcachofas de las hojas más duras y dejaremos la parte más blanquita del centro. La cortaremos a láminas finitas.